jueves, 22 de octubre de 2009

"El mundo de lo inconcluso..."



El mundo de lo inconcluso: Alameda de Santa María la Ribera
Aunque haya sido un chamaco despistado siempre he considerado a Santa María la Ribera mi colonia favorita. Desde los días de bachiller (no hace mucho) hasta ahora.

De tanto adorarla la habito ya definitivamente.
Una mínima ojeada a la sarta de mamotretos que los sociólogos, arquitéctos, urbanistas, etc han declarado respecto al aprovechamiento de los espacios públicos nos permite constatar el modelo de vecindad exitoso que ha constituído esta colonia en sus diferentes etapas, ya bien documentadas, de alguna de las cuales (el glorioso) López-Velarde escribió:
“…Pero domina, al fin, la indocta apariencia de la colonia, su fatalista descuido, su paz soñolienta”.


Necesitamos Nuestras Bancas
"Necesitamos Nuestras Bancas".


Resulta obvio resaltar el importantísimo lugar que el Quiosco Morisco tiene en el imaginario popular de la mayoría de sus vecinos; la cantidad de personas que han visto algunos de sus mejores momentos con tan espléndido escenario. Lo que no resultaría obvio es intentar explicar por qué necesitaba una remodelación y por qué, de tan raudo progreso con el que se inició hace menos de un año, ahora permanece ridículamente abandonada.

one of the few remaining benches
Una de las pocas bancas que no se quitaron y el piso sin terminar.

Sin azulejos en las fuentes que ya no salpican agua, sin la mayoría de las bancas, allanados los adorables desniveles y escalinatas que le daban una apariencia contrastaste con el asfalto rosáceo, la alameda de Santa María la Ribera sigue siendo venerada por sus vecinos, los cuales, en un intento de luchar contra la burocracia, han determinado reunirse en las siempre mal entendidas “juntas vecinales” para urdir una solución.
Son éstos vecinos los que ahora también me invitan aparticipar en la recuperación de la alameda de Santa María la Riberamontar bancas de cartón para hacer obvia la ausencia del mobiliario y actuar cívicamente en un domingo común (vecino yo, me uno).
Las explicaciones vienen de una misma hipótesis: alguien en la delegación Cuautémoc se robó el dinero con el que se concluirían las obras hace 6 meses. Las afirmaciones gratuitas y beligerantes siempre son las más fáciles.


Banca
Banca-pancarta.
Grupos como Radio Tinta y sus tintes informativos proponen a la gente acciones civiles que pudieran alarmar a los funcionarios delegacionales, la gente misma es la que también propone acciones “radicales”. Además del taller en el que se invita a los niños a dibujar sus puntos de vista y montar las ya mencionadas y simpáticas bancas de papel, sólo nos es posible hacer eco del rampante timo, con el que los vecinos aún se niegan a conformarse.

Bancas provisionales, en un hueco sin remozar.
Bancas provisionales, en un hueco sin remozar.

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